Lista de la compra

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Esto no es negociable: si no te quieres volver majara, haz una lista de la compra en formato digital, y compártela con todas las personas a las que tengas que alimentar.

Una buena lista de la compra es la diferencia entre “ir un segundo al súper” y “por qué parece que vivo en el supermercado”.

No necesitas nada super fancy: la app de Recordatorios de iPhone o Google Tasks en Android te sobran para gestionar una lista de la compra familiar.

El secreto es que la lista de la compra no es solo una lista de la compra, sino una especie de lista de deseos de la familia. Mi mujer a veces me apunta cosas como “quiero algo rico”, o “tapas” y aunque no es lo mismo que un menú, es mucho mejor que tener que pensar las cosas desde cero.

Cómo se gestiona esto:

• cuando te acuerdes de que hace falta algo, lo apuntas
• cuando a alguien se le ocurra algo que querría comer, lo apunta en la lista
• cuando alguien se acaba algo que hay que reponer, lo apunta en la lista. Y si no lo ha hecho, pierde el derecho a protestar o a preguntar “oye, ¿has comprado cereales?”
• cuando empiezas el penúltimo paquete de lo que sea que tienes que tener en tu fondo de armario, lo apuntas para reponer